viernes, 11 de marzo de 2011

SOFISMOS LOGICOS

No sabemos nunca bien lo que es una cosa si no somos capaces de darnos cuenta de su opuesta, dice Stuart Mill. Para que la lógica del razonamiento sea completa, debe comprender, pues, tanto la teoría de los razonamientos correctos como de los incorrectos. Aun los hombres más ilustres, agrega, a menudo razonan mal, y el único medio de evitar los malos razonamientos es el hábito de razonar bien, es la familiaridad con los principios del razonamiento correcto y la práctica en la aplicación de esos principios. Resulta, por consiguiente, sumamente útil averiguar en qué consiste y cuáles son estas diversas clases de razonamientos incorrectos que los hombres cometen y con los cuales se apartan de la verdad. Estos errores y equivocaciones en el razonamiento se llaman sofismas o falacias, es decir modos engañosos de razonar. Cuando el error lógico se comete sin intención de engañar se dice que es un paralogismo; en cambio si tiene la intención de engañar es un sofisma. Hoy se llaman, distintamente, sofismas a ambas clases de errores lógicos. Sin embargo, lógicos hay que consideran que los sofismas deben ser excluidos de todo tratamiento especial propio de la lógica, puesto que ésta sólo ha de ocuparse del razonamiento correcto porque resultaría ilógico estudiar los sofismas en la lógica. Pero a esto se ha hecho observar que del mismo modo que se tiene el dominio completo de la anatomía normal mediante el conociemiento de la anatomía patológica, y la psicología normal se completa con estudios especiales como la psiquiatría , también la lógica, como ciencia del pensamiento correcto y de la demostración, debe enseñar, asimismo. Los errores en que se suele caer cuando se hacen demostraciones falsas. Vale la pena, entonces, preguntarse en qué consiste esta reaparición del sofisma o cuáles son las evidencias de tal reaparición y, además, cuál es el patrón o el esquema de procesos que, más allá de las contingencias de tiempo y lugar, permite asociar esta nueva era neosofística con aquélla de la segunda mitad del siglo -V, en la antigua Grecia, y con cualquier otra época análoga dentro de la trayectoria histórica de la cultura occidental.
Este papel de trabajo pretende trazar algunos datos de análisis y esbozar algunas relaciones que, cuando menos, muestren la validez de esas preguntas y la consecuente necesidad de buscarles alguna respuesta.

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